25 ago 2008

23 de agosto

Recuerdo (y no me es difícil hacerlo por lo que diré cuando cierre el paréntesis) que hoy pasé un momento bastante grato. Esos momentos que pueden ser calificados como “satisfactorios”. Y la casualidad no me lleva a decir esto, por el contrario, es satisfactorio por que no tuvo absolutamente nada de malo, es decir que de algún modo fue perfecto. Una perfección que sólo alcanzan pocos momentos. Pero en el momento que suceden (y que uno es consciente de que suceden en ciertas ocasiones) uno se siente demasiado armado, demasiado grande. Ve agradables ciertas cosas que en otro momento, es decir antes y después de ese momento “satisfactorio”, no las quisiéramos ni siquiera ver, ya que nos parecen apestosas. La simpleza de estar con gente buena (aunque no es tan simple) puede ser tan confortante. Tan relajante que nos olvidamos del pasado y del futuro, sólo cuenta el presente, ese momento “satisfactorio”.

No hay comentarios: